Hoy hace un año de los atentados de Londres en el metro y autobuses urbanos. El hecho que escriba sobre ello es, sencillamente, porque ese día estuve en Londres, de vacaciones junto a mi mujer.
Llegamos a Londres el día 4 de julio por la tarde y ya ese día nos fuimos entre bus, metro y caminando al hotel, viendo la zona cercana al hotel: el barrio de Notting Hill (preciosa, por cierto). El día 5 tomamos un par de veces el metro y vimos varias zonas y parques de la ciudad. El día 6 compramos un bono para todo el día y tomamos el metro quizá unos 10 veces en total, viendo diferentes sitios en diferentes zonas que no habíamos visto el día anterior. Justo al irnos de Trafalgar Square vimos que en esa plaza estaban haciendo una gran celebración: Londres había sido elegida sede olímpica para los Juegos Olímpicos del año 2012. A los pocos minutos fuimos otra vez al metro y fue curioso ver como los carteles que anteriormente anunciaban a Londres como candidata a sede olímpica para los juegos , se sustituyeron por otros que ponían que Londres era la sede para los Juegos Olímpicos del año 2012.
El día 7 de julio nos levantamos pronto para hacer alguna compra, antes de irnos de Londres, ya que el7 de julio era justo el día que nos íbamos de Londres rumbo a Escocia para continuar nuestro viaje. Al pasar por la estación de metro de Notting Hill, vimos que estaba cerrada, y había un informador que te decía los números de bus y donde tomarlo para ir al sitio donde quisieras ir. Como habíamos pensado en tomar el metro para ir a la parada donde un bus, que ya habíamos pagado, nos llevaba al aeropuerto, preguntamos si estaba cerrada sólo esa estación, (el día 6 estaba cerrada una de las estaciones), o bien era toda la red de metro, ante lo cual el informador no contestó. Yo interpreté que no me había entendido en mi inglés chapurreado, así que no le di mayor importancia. Nos acercamos a una tienda de regalos donde un señor de origen hindú nos dijo que había habido unos accidentes en el metro, provocados seguramente por cortocircuitos. Estábamos indecisos y pensamos en la opción de tomar un taxi para ir al aeropuerto de Stansted.
Al regresar al hotel después de hacer las compras, el recepcionista, italiano, nos dijo que había habido varias explosiones, y estaba preocupado haciendo llamadas a sus amigos de la ciudad para comprobar que todos estaban bien. Nosotros llamamos a nuestras familias, no sin ciertas dificultades por la saturación de líneas telefónicas.
En el hotel explicamos lo sucedido a un grupo de españoles que no hablaban inglés y no se habían enterado. El recepcionista llamó a una compañía de CABS (taxis), le dijo que nos cobraría 70 libras por el trayecto, precio al que accedimos y nosotros más o menos tranquilos dentro de la incredulidad de la situación, ya que todavía quedaban tres horas para la hora del embarque. La compañía de CABS le dijo que en media hora o así estarían, que había mucho caos circulatorio por la ciudad, y nos quedamos en la entrada del hotel esperando.
Al pasar más de una hora y no haber noticias de nuestro taxi, decidimos abordar al primer taxi que se acercara. El recepcionista nos dijo que nos guardaba la Al buen rato, un taxi dejó a unos clientes en un hotel cercano, me acerqué y no me hizo ni puñetero caso, y pensé que no quería llevarnos, si bien por suerte a los 10 minutos nos pasó a recoger, le pedimos presupuesto aproximado, y nos dijo 100 libras, precio al que también accedimos y como había subido frente a lo que habíamos sacado del cajero para el taxi, mientras yo cargué las maletas, mi mujer fue a sacar más dinero, e iniciamos nuestro viaje al aeropuerto. Una pasta el puñetero taxi, pero fueron bien empleados o sino perdíamos una noche de hotel, un vuelo a Edimburgo, y pagar de nuevo otra noche de hotel.
¿Sabéis lo que sientes con un caos circulatorio cuando estás ya con la hora justa de embarque al avión? Llegamos con la hora superjusta, facturamos el equipaje quince minutos antes de la hora tope, y luego, después de hacer cola para entrar en la terminal, llegamos con cinco minutos antes de la hora tope de embarque, si bien luego nos relajamos un poco ya en la puerta de embarque porque se retraso en el último momento su salida quince minutos y nos dio tiempo de comprar algo y poder comer antes de meternos en el avión.
Durante la planificación del viaje (Londres primero, y Escocia después), elegimos ir de Londres a Edimburgo en avión. Pero una vez que lo teníamos pagado, pensamos que nos perdimos una oportunidad de ver buena parte de Inglaterra, aunque fuera lo poco que se puede ver desde el tren. Por suerte, ya que ese día sólo salían de Londres vehículos y aviones, quedaron suspendidos todos los trenes y autobuses que salieran desde Londres.
Inglaterra en general y Londres en particular podría denominarse como la ciudad Gran-Hermano. En prácticamente todos los sitios públicos, tiendas, bares y restaurantes te advierten con carteles que tienen circuito cerrado de televisión (CCTV), es decir, que avisan que hay cámaras por todas partes para que te portes bien, lo cual da sensación de que no se puede hacer nada, pero se demostró que no.
Después del viaje en avión, llegamos a Edimburgo donde todo el caos y susto de Londres se disipó en un momento al contemplar la belleza de la ciudad y de Escocia, lugar que recomiendo firmemente visitar.
1 comentario
puatron · 7 julio 2006 a las 8:09 pm
anda!! parecía ayer de eso mismo.. como pasa el tiempo… 😀